
Esta vez fue distinto. No tuvo la ultima palabra, no le rogué, no le lloré. Esta vez me tocó hacer eso que nunca antes entendí: poder quedarme con él y no hacerlo porque no se puede, porque estar con él duele más que no hacerlo. Aunque fue distinto y bastante digno, duele tanto como todas las otras veces y me hace llorar tanto o más, y aún cuando ahora mismo este llorando a mares, hay algo que me consuela: fue mi desición y fue antes de que pasaran cosas importantes y de que este hombre lograra dejarme para recoger con cuchara una vez más. No señores, no de nuevo. Puede que lo que me cueste ahora es un par de fines de semana caída al litro, un rojo en el examen, un par de kilos extras o una tonelada de pañuelitos. Nada comparado a la tortura -saber que no me quiere/bipolaridades/partidas de corazón- de seguir con él: el maldito Infame, que espero sea la última vez que le dedique unas líneas y el último mar de lágrimas. PARE DE SUFRIR HERMANA!!! LLÉVESE LA AMPOLLETA!!!!
1 comentario:
El dilema no es saber si tiene o no
H2o, es imposible tener esa seguridad, si fuera asi le quitaria la magia al asunto,cual es la idea cuando conoces a alguien?, creer que puede ser "la persona", la persona para tirar,para enamorarse,para casarse, "para estar".... es en el sabotear en donde nos equivocamos...quitate los flotadores ante de tirarte a la piscina...Grey
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