domingo, 31 de diciembre de 2006

Tommy Rey

Como dice Tommy Rey: Un año más, que se va, un año más, cuántos se han ido. Un año más, que más da, cuántos se han ido ya ... Hora de hacer recuentos y promesas que probablemente no cumpliré, pero lo único que he aprendido en mis años de universidad es que nunca esta demás plantearse objetivos que derrepente, si se alinean los planetas, alcanzaré a lograr.

Mi año nuevo (2006) fue con efecto retardado. Los verdaderos cambios llegaron en Abril, el Infame me terminó y partió una nueva vida... si sé, suena a lo Paulo Coelho pero es la pura verdad. Lo pasé pésimo pero fue para mejor, este año fue de aprendizaje, por lo menos ahora se que en algún momento de la vida las consecuencias de mis actos tocarán la puerta y vendrán para quedarse, por muy malas que sean. Pasé sustos, penas y alegrías. Este año me sentí de lo peor y de lo mejor. Si sacamos un promedio sería un 4, pero todos sabemos que los promedios no muestran las distancias entre un evento y otro, y que no demuestran las realidades. En palabras simples, es un 4 porque se mezclaron puros 1 con 7... ahí si??

Si de promesas hablamos, en realidad es una sola, me voy a cuidar... no me voy a poner un condón gigante si es lo que están pensando. Sólo quiero dejar de hacer esas cosas que hago que sé que no están bien, no es que vaya a convertir en una monja, pero sólo quiero llevar un buen vivir y no tener esos segundos de ignorancia que después se convierten en un terremoto. Quiero tener la conciencia tranquila al despertar... será mucho pedir??

Puede ser que me una a la cruzada de Don Miguel y alivie mis pulmones dejando de fumar y deje a mis amigos entrañables (no en su totalidad, no le vamos a pedir peras al olmo) -jack/johnny/alto/pampero- para que no se me apague el pepe grillo.

Este año fue de aquellos... agradezco a todas la personas que estuvieron conmigo en las buenas y, sobre todo, en las malas, un abrazo y un beso gigante... no habría podido sola. Muchas gracias.

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