Sábado

No es tan tarde pero pareciera que lo es. Se me acabaron los cigarros y no puedo salir a comprar porque estoy cuidando a mi hermanita y se quedó dormida, vago por fotologs. Me duele la espalda, el hombro en realidad, debo haber estado mal sentada mucho rato. Este otoño ha sido excepcionalmente frío. Me voy a hacer un té. Estoy escuchando una canción de Keko Jungue, hay tanta música mala en mi carpeta pero a veces me dan risa, por eso no las borro. Ésta es de la novela donde Felipe Camiroaga era el malo. La Caro me hace preguntas que no sé responder. Me pregunta si me gusta el colorín y no sé, le digo que me gusta como soy cuando estoy con él y ella insiste en preguntarme si me gusta, le contesto que a veces sí y a veces no. Le recuerdo que tengo issues. Ya no sé si quiero al Infame, aunque la última vez le dije, pero ya no sé si lo siento de verdad. estoy dolida... obvio. Hablé con el Colorín y me hizo la pregunta que siempre me hago. A pesar de que nada nos resulta (cuando digo nada, es nada), peleamos por todo, somos las personas más diferentes del planeta y es obvio que nunca va a resultar siempre queremos hablarnos y estar en la vida del otro y ninguno se deja ir. No sé que responder a eso... para variar. Derrepente quiero hacerle mal para que se vaya. Quiero decirle que me metí con el Infame mientras estaba con él pero no me atrevo, no soy tan mala. Quiero tener el pelo largo también, pero bien largo. La Caro intenta averiguar si ha pasado algo más con el Infame desde la última vez, a veces no cuento todo, pero esta vez es verdad... lo dejé ir pero quiero que vuelva. Y si vuelve sólo le quiero dar besos y que me haga cariño en el pelo. Quiero que quiera ver tele y comer comida china conmigo en un sábado cómo hoy. La caro me pregunta cómo me siento. No sé si tengo pena y no me siento mal pero a veces cuando lo miro y veo sus pestañas de pez y nariz de pájaro me acuerdo que en algún momento estuvo en mis manos que resultara algo y que ahora todo podría ser distinto y no tendría que vivir con el recuerdo de todo tan feo y con este dolor que me acostumbré a llevar pero no se pasa. Ahí me dan ganas de llorar.